Una amiga me regala una estampa con las oraciones del Padre Pío en momentos muy difíciles para mí. Mi esposo hacía años que estaba para operarse de la cadera: debía hacerse una prótesis: Pero se resistía muchísimo.
Comienzo a rezarle al padre Pío y a hablarle con mucha fe. Y después de rezarle con mucho fervor, mi esposo resuelve operarse. La imagen del Padre Pío lo acompañó en la clínica, junto a la foto de todos sus hijos; quiero dejar constancia de que mi esposo no era creyente ni católico, aunque somos casados por la Iglesia católica.
Y así, después de once largos años de sufrimientos, la operación se realizó con todo éxito: hoy ya camina normalmente, sin bastones ni muletas. Nuestros hijos han podido terminar sus estudios en forma exitosa y todos hemos logrado terminar y encontrar la paz.
Creo firmemente que todo esto ha sido posible gracias a la ayuda del Padre Pío.
María Celia. P. de B.
Artigas