Testimonio de Familia Ré Grasso, Montevideo

Mi hija Ana Cecilia Ré Grasso, con sólo tener tres años enfrentó una enfermedad muy grave, leucemia aguda o leucemia linfoblástica. 

La primera punción de médula, realizada el 12 de marzo del 96, fue la que detectó la enfermedad en un 100% de su sangre. Ese mismo día fuimos a la iglesia y rogamos a Dios por ella. Cuando llegamos a casa coloqué una reliquia del Padre Pío en su pecho y se la encomendé a él y a la Virgen María quien entendería mejor mi dolor de madre.

A la semana, ya con tratamiento adecuado en internación se realizó la segunda punción. La leucemia había retrocedido un 90%

Durante su tratamiento hubo grandes bajones debido a la medicación, pero el Padre Pío siempre estuvo allí. Hoy, casi a distancia de un año, ella sigue su curación, pero ella está sana, curada. La leucemia desapareció. Nosotros, como padres, sufrimos mucho, pero con fe se superan todos los miedos. 

¡Gracias Padre Pío! Rezaremos por tu beatificación. 

Familia Ré Grasso   

Rosario