Testimonio de Adriana L, Montevideo

Buenas Noches a todos

Mi nombre es Adriana.

Fui educada en colegios católicos durante 11 años.
Tomé la Primera Comunión a los 9 años y desde entonces, por diferentes circunstancias, me fui alejando de la Iglesia Católica.

Tuve algunas experiencias desagradables y eso, sumado a que no pertenezco a una familia practicante y a que siempre fui muy rebelde, me alejó y me llevó a condenar duramente a la institución y a no querer saber más nada de ella.

Al mismo tiempo, una necesidad espiritual que jamás me abandonó, me llevó a investigar y hasta practicar otras religiones y cultos, sin éxito, pero siempre manteniendo la Fé en Nuestro Señor Jesucristo y en Nuestra Santa Madre María.

Hasta que comencé a interiorizarme en la vida de Santas y Santos ( Santa Rita de Cascia, San Martín de Porres, San Pío de Pietrelcina) y comencé a ver a la Iglesia con otros ojos y a comprender cosas que en mi juventud, no fui capaz de entender.

Y conmovida por la vida de Padre Pío, por su santidad, por su entrega absoluta a Nuestro Señor y a Nuestra Santa Madre, volví a orar, comencé a rezar el santo Rosario a diario y estoy considerando seriamente, confesarme después de décadas y volver a comulgar.

El Padre Pío ha sido una fuente de gran inspiración para mí y aunque una parte opone aún resistencia, sé que él me ayudará a tomar el mejor camino.

Y si Nuestro Señor acepta a ésta pecadora empedernida nuevamente eb su casa, cual hija pródiga, Padre Pío me acompañará en el regreso, al igual que Santa Rita, San Martín de Porres y Nuestra Santa Madre, en cuyo honor he vuelto a rezar el Santo Rosario.

Espero que el Padre Pío se apiade de mí y tenga a bien auxiliarme en éste momento de transición.

En sus manos estoy.

Bendiciones para todos.