Testimonio de María Inés Casas Montevideo, Montevideo

Mi esposo enfermó seriamente y se pensó que pudiera tener un cáncer de pulmón.

Una amiga me dio la oración del Padre Pío y yo la recé con toda devoción. Unos días después nos entregaron los resultados de los exámenes y mi esposo no tenía cáncer.

Vuelvo a mi casa y me abre mi hija. Le pregunto quién hay de visita, pues todo estaba invadido por un perfume exquisito. Ella me responde que estaba sola y nadie había venido en toda la tarde.

Quedé desconcertada, la miro y le pregunto: ¿no sientes un olor a flores que lo invade todo, aún con las dos puertas abiertas? Ella me contestó: “no siento nada, mamá”.

Entonces le dije: “¿Sabes?” “el Padre Pío está acá y ha curado a tu padre” lo sé.

¡Gracias, Padre Pío!

María Inés Casas Montevideo