No va a alcanzar el resto de mis días para agradecer todo lo que el Padre Pío me ha
trasmitido.
Con sólo mirar su imagen, leer sus escritos. Y doy fe de que me escuchó.
El milagro fue para mi nieta Antonella, que hoy tiene 8 años. Se le practicaron 16 intervenciones y hoy
felizmente está completamente sana.
Lo mismo que su papá, que también estuvo en riesgo de vida y su mamá, a quien le diagnosticaron cáncer.
El Padre Pío me escuchó y todos están bien.
Gloria Hado de Pereira Mercedes