Recé más de un año al Padre Pío para que mi yerno no perdiera el trabajo, pues había una
reestructuración pensada en la empresa donde trabajaba y, además, si lo sacaban, perdía el capital (todo
lo que teníamos) pues era un reparto por el cual pagó una llave (como se dice aquí).
Hace poco dieron la lista de los que se tenían que ir y él no estaba. Conservó el trabajo, que, aquí en
Uruguay, es mucho, pues hay poco para hacer y a él más difícil se le hubiera hecho.
Rosario R. de Fernández Montevideo