Trabajo en el rubro de exportación y este año se presentó una gran dificultad y los problemas no se
resolvían.
La situación empeoraba día a día.
Decidimos pedir la intercesión del Padre Pío. Al tercer día surge la novedad de que los problemas se resuelven. Sabemos de otras empresas en similares condiciones, que no han podido resolver la situación.
Agradecemos una vez más a Dios por su infinita bondad y al Padre Pío por su eficaz intercesión,
haciendo fervientes votos por su pronta beatificación.
Ricardo Ferrés Montevideo