Testimonio de Dilla Elvira Fiorelli Silva de Marzán. Mercedes, Soriano, 29/4/92, Soriano

El 14 de febrero de 1990 fui sometida a una intervención quirúrgica a causa de un neo carcinoma en el
útero. Me lo extirparon totalmente al cabo de un riguroso tratamiento previo.

Fue entonces que mi familia y yo misma, comenzamos a rezarle con mucha fe y devoción al venerado
Siervo de Dios el Padre Pío de Pietrelcina para que él intercediera ante Dios nuestro Señor y me
alcanzara la gracia de la curación. Y fue precisamente ahí, que mientras me encomendaba a él sentí un
murmullo que me decía: “Todo te va a ir bien”,

Comencé a sentirme desde ese momento cada vez mejor.

Tal es así que el médico, después de haber leído el resultado de los análisis me dijo complacido: “Está
totalmente curada de esto; nunca más se acuerde”. Y de hecho, gracias a la bondad de Dios nuestro
Señor y a la intercesión del venerado Padre Pío hoy gozo de perfecta salud.

En estos momentos en que escribo esta carta, tengo ya prontas las maletas para viajar a San Giovanni
Rotondo, para cumplir la promesa que con mi esposo le hicimos al Padre Pío de irle a agradecer junto a
su Tumba.

Por todo ello damos fervientes gracias a Dios y al querido Padre Pío y seguimos rezando férvidamente
por su pronta beatificación.

En fe,
Dilla Elvira Fiorelli Silva de Marzán. Mercedes, Soriano, 29/4/92