Testimonio de Eva B. de Pereira Paso de los Toros, (Tacuarembó) 27/12/89, Tacuarembó

He aquí el relato de una gracia muy grande que Dios nuestro Señor me ha concedido por la intercesión
de su Siervo el Padre Pío de Pietrelcina.

Desde hacía más de nueve años sufría a causa de unas heridas o úlceras en una pierna, que ningún
médico ni especialista acertaba a curar.

Todas las medicinas resultaban ineficaces y ya había perdido las esperanzas de poder sanar.

Algún tiempo después el P. Carlos Maitusi organizó un grupo de oración y comenzó a darnos a conocer
al Siervo de Dios el Padre Pío de Pietrelcina.

Desde entonces comencé a rezarle con gran fe a este venerado Siervo de Dios y, gracias a su
interecesión, he sido totalmente curada: ¡ya hace cuatro años que mi pierna está curada!

Agradezco de todo corazón a Dios nuestro Señor por su infinita bondad, y al venerado Padre Pío por
su generosa y solícita intercesión.

Muy atentamente,
Eva B. de Pereira Paso de los Toros, (Tacuarembó) 27/12/89