Testimonio de María del Carmen Besio Montevideo, 22 de julio de 1989, Montevideo

Por la presente deseo comunicarles una gracia obtenida por la intercesión del venerado Siervo de Dios
el Padre Pío de Pietrelcina.

Un sobrino nieto nació con malformación de los ojos.

La opinión general de los médicos era que el pequeño no habría podido ver. A esto se sumó seguidamente otro problema: el niño no habría podido oír
a causa de una malformación en los oídos.

Angustiada por esta terrible posibilidad, comencé a rezarle al venerado Siervo de Dios el Padre Pío de Pietrelcina, pidiéndole que nos alcanzara la gracia de la vista y el oído para el bebito.

Hoy el niño tiene 21 meses y puede ver de un ojo y asimismo su audición es normal con un oído.

No dudo de que ello se debe a un milagro del Padre Pío que nos ha alcanzado semejante gracia de la
bondad de Dios.

¡Gracias Padre Pío por tu generosa intercesión y que pronto te veamos en la gloria de los altares!

Les saluda atentamente,
María del Carmen Besio Montevideo, 22 de julio de 1989