Mi madre, de ochenta y dos años de edad sufrió un accidente en el que se fracturó el brazo izquierdo
en cuatro partes, siendo una de ellas con desplazamiento grave.
Debido a su avanzada edad el traumatólogo no le aplicó el yeso.
Comenzamos una novena tras otra al Padre Pío para que intercediera ante Dios y su Stma Madre, por
su curación.
Exactamente al mes le hicieron una segunda radiografía y como resultado arrojó: “las cuatro fracturas
completamente soldadas”, encontrándose actualmente perfectamente bien.
¡Bendito y alabado sea Dios!
Seguimos rogando para que pronto le tengamos al Padre Pío en los altares.
Inmensamente agradecida,
María C. da Roza de Rodríguez Tacuarembó, 3 de agosto de 1989