Testimonio de María C. da Roza de Rodríguez Tacuarembó, 3 de agosto de 1989, Tacuarembó

Mi madre, de ochenta y dos años de edad sufrió un accidente en el que se fracturó el brazo izquierdo
en cuatro partes, siendo una de ellas con desplazamiento grave.

Debido a su avanzada edad el traumatólogo no le aplicó el yeso.

Comenzamos una novena tras otra al Padre Pío para que intercediera ante Dios y su Stma Madre, por
su curación.

Exactamente al mes le hicieron una segunda radiografía y como resultado arrojó: “las cuatro fracturas
completamente soldadas”, encontrándose actualmente perfectamente bien.

¡Bendito y alabado sea Dios!

Seguimos rogando para que pronto le tengamos al Padre Pío en los altares.
Inmensamente agradecida,

María C. da Roza de Rodríguez Tacuarembó, 3 de agosto de 1989