Quisiera hacer conocer la gracia recibida por intercesión del venerado Padre Pío de Pietrelcina.
Enterada de la gravedad en que se encontraba un amigo, con un cuadro muy complicado de infarto,
edema pulmonar y luego infección renal, internado en el CTI de Montevideo, y desahuciado por los
mismos médicos, con mucha fe y esperanza comencé a rezar la novena del Sagrado Corazón de Jesús y
la oración por la glorificación del Padre Pío, pidiendo a éste que intercediera por mi amigo ante Dios
nuestro Señor.
Con gran alegría, después de debatirse por dos meses entre la vida y la muerte, pude abrazar a mi
amigo y a su esposa.
Mi amigo, que se llama Ovidio Mora, está hoy perfectamente bien, por lo que manifestamos nuestra gratitud a Dios nuestro Señor y al venerado Padre pío, a cuya intercesión atribuimos la gracia.
Atentamente,
B. N. de Rodríguez Tacuarembó, 27.3.89