Deseo por medio de ésta hacer conocer el favor que el venerado Padre Pío de Pietrelcina me ha
alcanzado de Dios nuestro señor.
Nos encontrábamos en una situación muy difícil a punto de perder nuestra casa y sin conseguir dónde ir
a vivir. Podrá imaginar nuestra angustia.
Comencé a rezar diariamente la Novena al Sagrado Corazón de Jesús y la Oración para la
Beatificación del Padre Pío, pidiéndole me alcanzara la gracia de solucionar este apremiante dilema. Y
cuál no fue mi sorpresa y felicidad cuando me informan que había ganado una hermosa casa en una rifa.
Puedo decir, sin temor a equivocarme, que el Padre Pío me concedió una casa.
Mil gracias al venerado Padre Pío por habernos salvado de una situación desesperante y por haber
acrecentado nuestra fe en el Señor y la paz en nuestra familia.
En fe,
Hilda Y. Mujica Rebagliatti de Ubillos. Mercedes(Soriano), 7 de julio de 1987