Escribo la presente como prometí para relatarles la gracia obtenido por intercesión del venerado Padre
Pío de Pietrelcina.
El día que mi hija cumplía sus 9 años enfermó gravemente de meningitis bacteriana junto a una
púrpura fulminante. Las esperanzas de que sobreviviera eran muy exiguas. Y aun cuando lo hubiera
hecho era casi imposible que su cerebro quedara normal.
Nosotros comenzamos a rezarle al Padre Pío con todo el corazón para que intercediera ante nuestro
Señor por la salvación de nuestra querida hija. Y así lo hizo, pues gracias a su ayuda, antes de las 72
horas la niña ya estaba fuera de peligro, dejando admirados a los médicos por su pronta recuperación.
Días más tarde se le efectuó un encefalograma y el resultado fue negativo.
Milagrosamente no ha quedado ninguna lesión en su cerebro.
No nos queda sino agradecer a Dios nuestro Señor por su infinita bondad y al Padre Pío por su eficaz
intercesión, haciendo fervientes votos por su pronta beatificación.
En fe,
Angeles Gini de Siqueira, Montevideo, 20 de setiembre de 1987