Quiero agradecer y hacer pública una gracia alcanzada por intercesión del venerado Siervo de Dios el
Padre Pío de Pietrelcina.
Mi nietito, Martín Errandonea contrajo meningitis a los nueve meses de edad.
Ante la gravedad del caso, nos pusimos a rezarle con gran fe al Padre Pío para que intercediera por su salud. Y él, como
siempre, escuchó nuestras angustiadas preces. De hecho, el niño se curó.
Hoy tiene diecisiete meses y el último encefalograma revela su curación sin secuelas.
Atribuyo sin más esta gracia al venerado Padre Pío y manifiesto públicamente mi gratitud hacia él
haciendo votos por su pronta glorificación.
Cordialmente.
Dinora Mattos Montevideo, 26.10.87