Lo que a mí me ocurrió fue un milagro realmente, el Padre Pio estuvo muy cerca de mi, me llegó todo ese momento, en el momento, más importante y más difícil de mi vida.
En el año 2001 a mi hija Vicky a los 8 años le diagnosticaron leucemia linfoplástica aguda, tenía un 75 % que estaba tomada, tenía un 25% de posibilidades de salvarse, eran muy pocas las posibilidades. Estuvimos internados en hospital oncológico de niños.
De pronto llega mi mamá a visitarnos, con una estampita del Padre Pio, me dice, esto me lo dio una señora que había sido patrona de ella, que era catequista y había sido catequista mía también, le dio la estampita y me dijo rézale todas las mañanas y pásasela por el cuerpo ponerla debajo de la almohada.
Era importante que no la vieran porque ella estaba aislada, pero la teníamos debajo de la almohada. Rezaba la oración que tenía detrás de la estampita todos los días. Ella estaba muy mal, solo tenía un 25% de posibilidades de vida, y empezó como a mejorar de a poquito, estuvo 1 mes y pico que no se levantaba de la cama, estaba horrible, estaba siempre mal, empezó a sentirse mejor, a aliviarse, a sentirse de otra manera.
La levantábamos para que agarrara fuerza en las piernas, gracias a Dios ella hoy tiene 25 años, está totalmente curada, tuvo que pasar por todas las quimios, todas las reacciones de la quimio se le lastimaba toda, gracias a Dios y al Padre Pio está lo más bien.
Hoy estudia medicina, y quiere ser oncóloga de niños. Todos los días le rezábamos la oración, le pasabamos la estampita por el cuerpo, la poníamos debajo de la almohada.
Es un milagro!
Marianela