A mi nieta Laurita de cuatro años, comenzó a caérsele el párpado y la vista derecha a quedar inflamada y empezaba a ser empujada hacia afuera.
Se le hizo una tomografía computada y se le diagnosticó: “tumor maligno no operable“ detrás del ojo derecho.
Mi esposo y yo fuimos a casa de mi hijo antes de que Laurita fuera llevada a Montevideo par a una serie de estudios.
Mi esposo le puso sobre la vista enferma la manito del Padre Pío. y se empezó a pedir en el Grupo de Oración de Padre Pío a nuestro señor Jesús y a la santísima Virgen por su curación.
Hoy a los doce meses, Laurita está curada por intercesión del Padre Pío.
Martha Céspedes de Contreras , Castillos