Quiero agradecer públicamente al Padre Pío la curación de un sobrino enfermo de un tumor en el cerebro.
El médico opinaba que no sería operable, pero fue grande la fe de los padres, que resolvieron operarlo.
Yo le recé la novena al Padre Pío y al Sagrado Corazón de Jesús y el 12/6/98 se logró la
operación con todo éxito. A los 8 días estaba en casa.
Rosa Ferreira de Maubrigadez Cerro Largo