Testimonio de Elida Rodríguez Mercedes, Soriano

A la edad de 42 años me diagnosticaron un cáncer de mama en etapa muy avanzada. Cuando me
dieron el informe médico entré en un estado de desesperación tal que el cirujano me dijo que, en esas
condiciones anímicas, no era conveniente una intervención quirúrgica.

Una amiga se enteró de lo que estaba pasando y me envió la oración del Padre Pío y las manos.

Durante un mes recé pidiendo al Padre Pío que intercediera ante el Señor para que yo tuviera suficiente
paz y resignación y no sufriera.

Me internaron de mañana y de tarde me operaron. Nunca en toda mi vida, sentí tanta paz como la que
sentí cuando me llevaron al block quirúrgico. Incluso después de la operación no sentí ningún dolor.

Desde ese día, 31 de agosto de 1988, me convertí en una devota del Padre Pío.

Desde hace 11 años me sucede que presiento la presencia del Padre a mi alrededor e incluso, llego a sentir un aroma especial.

Elida Rodríguez Mercedes