Deseo agradecer profundamente por medio de estas sencillas letras la gracia tan felizmente concedida
por intercesión del venerado Siervo de Dios el Padre Pío de Pietrelncina.
Soy estudiante de medicina y hace un mes tuve que rendir un examen por demás difícil, del cual tenía
tantas posibilidades de salir airosa como de lo contrario.
Ante esa situación, amén de haberme preparado con ahínco, recurrí al Padre Pío de Pietrelcina para
que actuara como mi mediador ante Dios, ¡Y el Padre Pío no se hizo rogar!
Superé el examen sin mayores dificultades tan importante en el camino que he elegido, por lo que doy gracias y hago fervientes
votos por la pronta beatificación del amado Padre Pío
En fe,
María Alejandra Lemes Maldonado, 15/7/89