Deseo dar a conocer la gracia recibida, si con ello puedo contribuir a su causa de beatificación y canonización. Soy la mamá de Pablo. A mi hijo, de 21 años, se le detectó un carcinoma de testículo con diagnóstico reservado, razón por la cual fue intervenido quirúrgicamente.
Teniendo en mi poder una estampa del Padre Pío, me comuniqué con el grupo de oración para que, con sus oraciones, me fortalecieran ante tan difícil prueba, ya que mi fe tambaleaba cada vez más. Me acercaron las manos del Padre Pío con su reliquia para que acompañara a Pablo durante su larga y dolorosa estadía en terapia intensiva.
A los tres meses de la operación los controles realizados fueron favorables. Así también Pablo se abrazó al Padre Pío y se hizo inmenso su amor en Jesús y María.
Hoy, a los trece meses Pablo continúa luchando. Los rigurosos controles efectuados no revelan indicios del mal. Hoy soy una integrante más del grupo “Renacer”. Po r lo tanto doy gracias infinitas a Dios y a María Santísima, que por medio del Padre Pío obraron el milagro.
Dora Montagnani