Me dirijo a Uds. con el fin de informarles un maravilloso milagro que nuestro querido Padre Pío realizó con la desmejorada salud de mi mamá, estando ella muy enferma y de la mano de una excelente familia de la ciudad de Salto, que nos dio a conocer al Padre Pío.
Ahí, en Salto, Uruguay, se produce la mejoría de mi mamá. El mal que cruelmente amenazaba su vida desaparece luego de tres estudios computarizados en los mejores sanatorios de nuestro país.
Hoy nuevamente se ha producido un milagro. Mi salud fue afectada y sólo una mano maravillosa como la de nuestro querido Padre Pío pudo intervenir para que un nódulo infeccioso alojado en la válvula mitral del corazón, con la complicación de una valva suelta y vegetaciones, en pocos días no hubiera rastro alguno y el asombro de los especialistas que me han atendido y son profesores en la materia.
Sandra Safores
Canelones
