Oración del 6/2
Sean asiduos a la oración y a la meditación. Ya me dijeron que lo empezaron a hacer. Oh Dios, ¡qué gran consuelo para un padre que los ama igual que a su propia alma!
Continúen progresando siempre en el santo ejercicio del amor a Dios. Hilen cada día un poco: si es de noche, a la tenue luz de la lámpara y entre la impotencia y la aridez del espíritu; y si es de día, en el gozo y en la luz deslumbrante del alma.
Tomadas del libro "Buenos días", preparado por el Padre Gerardo Flumeri y traducido del italiano por el Padre Elías Cabodevilla. Edición "Padre Pío Pietrelcina" Convento S. María delle Grazie.