Oración del 31/5
El campo de batalla entre Dios y Satanás es el alma humana. En ella se desarrolla en todos los momentos de la vida. Es necesario que el alma deje acceso libre al Señor y que sea fortalecida por Él en todas partes con toda clase de armas: que su luz la ilumine alli donde combaten las tinieblas del error; que sea revestida por Jesucristo: de su verdad y justicia, del escudo de la fe, de la palabra de Dios, para vencer a enemigos tan poderosos.
Para ser revestidos de Jesucristo es necesario morir a sí mismos.
Tomadas del libro "Buenos días", preparado por el Padre Gerardo Flumeri y traducido del italiano por el Padre Elías Cabodevilla. Edición "Padre Pío Pietrelcina" Convento S. María delle Grazie.