Oración del 28/6
Termino porque la campana me llama y me invita; y yo me voy al lagar de la Iglesia, al santo altar donde de continuo destila el vino sagrado de la sangre de aquella uva deliciosa y singular, de la que a sólo unos pocos afortunados les está permitido embriagarse.
Allí como bien saben, no puedo actuar de otro modo los presentaré al Padre celestial, en unión de su Hijo, en quien, por quien y por medio de quien yo soy todo de ustedes en el Señor.
Tomadas del libro "Buenos días", preparado por el Padre Gerardo Flumeri y traducido del italiano por el Padre Elías Cabodevilla. Edición "Padre Pío Pietrelcina" Convento S. María delle Grazie.