Oración del 26/4

No se debe volver ni con el pensamiento ni en la confesión, a los pecados ya acusados en confesiones anteriores. Por nuestra contrición Jesús nos perdonó en el tribunal de la encontró ante nosotros como un acreedor frente a un deudor insolvente. Con un gesto de infinita generosidad destruyó, rompió, los «pagares» firmados por nosotros al pecar y que no habríamos podido pagar sin la ayuda de su divina clemencia.
Volver sobre aquellas culpas, querer exhumarlas de nuevo con el solo fin de obtener una vez más el perdón, sólo por la duda de que no hayan sido verdaderamente y generosamente perdonadas ¿no habría que considerarlo como un acto de desconfianza hacia la bondad de la que dio prueba al destruir Él mismo todo título de la deuda que contrajimos al pecar?
Vuelve, si esto puede ser motivo de consuelo para nuestras almas, vuelve tu pensamiento a las ofensas infligidas a la justicia, a la sabiduría, a la infinita misericordia de Dios, pero sólo para derramar sobre ellas las lágrimas redentoras del arrepentimiento y del amor.

Padre Pío'

Tomadas del libro "Buenos días", preparado por el Padre Gerardo Flumeri y traducido del italiano por el Padre Elías Cabodevilla. Edición "Padre Pío Pietrelcina" Convento S. María delle Grazie.