Oración del 25/5
La ciencia, hijo mío, por muy grande que sea, es siempre algo muy pobre. Y es menos que nada en comparación con el formidable misterio de la divinidad. Debes encontrar otros caminos,
¡Limpia tu corazón de toda pasión terrena, humillate en el polvo y ora! De ese modo encontrarás con certeza a Dios que te dará la serenidad y la paz en esta vida y la beatitud eterna en la otra.
Tomadas del libro "Buenos días", preparado por el Padre Gerardo Flumeri y traducido del italiano por el Padre Elías Cabodevilla. Edición "Padre Pío Pietrelcina" Convento S. María delle Grazie.