Oración del 20/5
Jesús que reinaba en el cielo con la humanidad santísima, toma da en las entrañas de la Virgen, quiso que también su Madre, no sólo con el alma sino también con el cuerpo, se reuniera con Él y compartiera plenamente su gloria.
Y esto era totalmente justo y merecido. Aquel cuerpo que no fue ni por un solo instante esclavo del demonio y del pecado, no debía serlo tampoco de la corrupción.
Tomadas del libro "Buenos días", preparado por el Padre Gerardo Flumeri y traducido del italiano por el Padre Elías Cabodevilla. Edición "Padre Pío Pietrelcina" Convento S. María delle Grazie.