Oración del 10/4

A Él debes recurrir en los asaltos del enemigo, en Él debes poner tu esperanza y de Él debes esperar todo bien.
No te detengas voluntariamente en aquello que el enemigo te presenta.
Recuerda que vence el que huye; y tú, ante los primeros movi mientos de aversión hacia aquellas personas, debes apartar el pensamiento y recurrir a Dios.
Dobla tu rodilla ante Él y con grandísima humildad repite esta breve súplica; «Ten misericordia de mí que soy una pobre enferma». Después levántate y con santa indiferencia continúa en tus asuntos.

Padre Pío'

Tomadas del libro "Buenos días", preparado por el Padre Gerardo Flumeri y traducido del italiano por el Padre Elías Cabodevilla. Edición "Padre Pío Pietrelcina" Convento S. María delle Grazie.