Sr.  Don José Víctor Damiani, Barcelona

Hermanito mío queridísimo:

El R. P. Pío me recibió con paternal cariño y me dedicó todas las horas que pudo.

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El Padre Pío me dijo que si en Uruguay hubiera tanto Clero como hay aquí se hubiera quedado para siempre en él. Pero que habiendo tan poco Clero, si dependiese de su voluntad, se iría conmigo a trabajar al Uruguay.

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El P. Pío me dijo que todos los días y varias veces al día se acuerda siempre de rezar por nosotros. Que no nos olvida nunca.

(…)

Fernando.