Por medio de la presente deseo dar público testimonio de una gracia maravillosa alcanzada de Dios
nuestro Señor por intercesión de su Siervo fiel el Padre Pío de Pietrelcina.
Yo tenía un problema en la garganta, perdía la voz, no podía hablar fuerte ni hablar…
Entonces una señora me dijo que hiciera la novena al Padre Pío. Así lo hice y le prometí que de sanarme yo haría publicar mi agradecimiento en la revista LA VOZ DEL PADRE PÍO.
Ya hace un tiempito que quedé bien y siempre ando pensando que la gracia se cumplió y ahora por
medio de la presente deseo expresar mi gratitud a Dios nuestro Señor que por medio de su siervo el
Padre Pío de Pietrelcina me ha concedido la gracia.
A. Negro Pereira 17-831/ Pazo de los Toros 24 de Marzo de 1992
