Testimonio de Adriana Prieto Rodríguez Maldonado, 7.5.87, Maldonado

Por la presente deseamos expresar públicamente nuestra gratitud por una gracia muy
particular alcanzada por la intercesión del padre Pío de Pietrelcina.

Hace ya dos meses una tía nuestra sufrió la rotura de una arteria cervical por lo que las
posibilidades de sobrevivencia eran mínimas. Entró inmediatamente en estado de coma profundo.

A pesar de lo desesperado del caso yo tenía mucha fe en Dios nuestro Señor y en la
intercesión eficaz de su siervo el Padre Pío de Pietrelcina. Por eso le coloqué bajo su almohada una estampita con reliquia y comencé a rezarle con mucha fe y confianza. Algo me decía que el Padre Pío nos habría alcanzado dicha gracia. Prometí que si así lo hacía, habría escrito a la Postulación para dar testimonio de la misma.

No había pasado una hora de esto, cuando recobró el conocimiento y llamó incluso a mi tío.

Desde ese preciso instante comenzó su recuperación, ciertamente lenta, pero muy firme.

Fue trasladada a Montevideo donde fue intervenida quirúrgicamente. Todo fue un éxito y ahora ha vuelto a su casa después de dos meses, recuperándose milagrosamente. Los médicos no salen aun de su asombro.

Nuestro agradecimiento profundo va al venerado Padre Pío y a Dios nuestro Señor que ha escuchado sus preces. Hacemos fervientes votos por su pronta beatificación.

En fe,
Adriana Prieto Rodríguez Maldonado, 7.5.87