Testimonio de Liliana P. Martínez Montevideo, 3 de junio de 1987, Montevideo

Deseo por medio de ésta hacer pública mi gratitud por una gracia obtenida por la eficaz intercesión del
venerado Siervo de Dios el Padre Pío de Pietrelcina.

Se trata de la recuperación de una tía gravemente enferma. Fue operada en Montevideo el 22 de
diciembre pasado y el dictamen de los médicos fue desalentador pues se trataba de una mal incurable y
sin esperanzas.

Luego de muchos sufrimientos, de más de cuarenta y cinco días en que su vida fue mantenida sólo por
medio de suero y transfusiones de sangre, y gracias a nuestras fervorosas preces al Padre Pío por su
salud, llegaron los resultados del Laboratorio que fueron –cosa por demás extraña- negativos.

Cada vez más confiada en la intercesión del venerado Padre Pío, seguí implorando su ayuda ante Dios
Padre y la Virgen María.

Luego de un total de ciento dos días de internación, con un sinfín de complicaciones y otra operación
quirúrgica, pudimos verla nuevamente entre nosotros, recuperándose con lentitud, pero con seguridad y
en modo por demás sorprendente.

Tenemos hoy la plena convicción de que todo fue un mal momento , que ya pasó gracias a nuestra inmensa fe en Dios nuestro Señor, y al hecho de que el Padre Pío nos ayudó de manera invalorable.

Muy atentamente,
Liliana P. Martínez Montevideo, 3 de junio de 1987